A veces un fotógrafo tiene que tumbarse en el suelo boca arriba para conseguir imágenes como esta, pero cuando uno disfruta con lo que hace, no importa el cómo, ni importa repetir varias veces la misma toma hasta que todos los personajes de la foto queden satisfechos (todos queremos salir guapos en las fotos!), no importan las horas dedicadas a la selección, edición y retoque de cada imagen, lo que realmente te llena por dentro es ver la satisfacción de los protagonistas, y ¿qué voy a decir? ¿repetiría? Claro que sí!
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